Colegios / EducaciónEstilo de VidaSaludNiños que practican yoga se estresan menos y aprenden mejor, según estudios

Practicar yoga unos minutos al día aporta a los niños relajación y tranquilidad en momentos de cansancio y excitación. Un estudio reveló que esta disciplina mejora el estado psicosocial y emocional de los pequeños, y tienen efectos protectores a largo plazo. Los beneficios podrían deberse a ciertos cambios cerebrales que estas prácticas provocan. Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Tulane, en Luisiana, EEUU, ha revelado que la práctica del yoga en las...
Heilyn Gomez5 años ago51788 min

Practicar yoga unos minutos al día aporta a los niños relajación y tranquilidad en momentos de cansancio y excitación.

Un estudio reveló que esta disciplina mejora el estado psicosocial y emocional de los pequeños, y tienen efectos protectores a largo plazo.

Los beneficios podrían deberse a ciertos cambios cerebrales que estas prácticas provocan.

Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Tulane, en Luisiana, EEUU, ha revelado que la práctica del yoga en las escuelas puede ayudar a los alumnos a mejorar su salud emocional y a aumentar su bienestar.

Lo hicieron con dos herramientas de análisis ampliamente reconocidas: una escala multidimensional sobre calidad de vida en los más jóvenes y el Pediatric Quality of Life Inventory (PEDsQL), que mide la calidad de vida de niños y adolescentes en función de su salud. Con estos dos instrumentos se evaluaron las condiciones psicosociales y el bienestar emocional de los niños al principio, a la mitad y al final del estudio.

Según Alessandra Bazzano, autora principal de la investigación, “la intervención mejoró las puntuaciones en calidad de vida psicosocial y emocional de los estudiantes, en comparación con aquellos que habían recibido el tipo de atención estándar”.

Además, se demostró que el yoga mejora la memoria, la atención y el aprendizaje, a la vez que hace conscientes a los niños de sus propias emociones.

Bazzano ve el yoga como una práctica beneficiosa sin efectos adversos, que permite a los niños parar y conocer su propio cuerpo. Este hecho es especialmente importante, porque los niños “aprenden a detectar cambios en la respiración y en los pensamientos que los pueden poner en alerta”, a la vez que les hace conocer herramientas que pueden ayudarlos a reconducir una situación estresante, como, por ejemplo, cambiar el ritmo de su respiración. “Cuando los niños descubren que ellos mismos pueden dirigir las propias emociones estamos ante una victoria, porque les da autonomía y les hace sentir capaces e importantes”, dice la doctora.

Mejor autoconocimiento

La psicóloga coach Mireia Cabero, profesora colaboradora del grado de Psicología, explica que el yoga desarrolla en los niños la capacidad de conectar con la propia interioridad. “El yoga promueve el conocimiento del mundo interior», mientras que «la enseñanza estimula y promueve conocimientos del mundo exterior”.

El yoga también permite que los niños encuentren su equilibrio, comenta Cabero. “Parar para poder sentir, reflexionar y respirar», una competencia que considera básica para encontrar «el equilibrio y afrontar los retos de la vida”. Con todo, la experta concluye que los niños que practican yoga son más capaces de «gestionar las propias emociones y de relacionarse más conscientemente con ellos mismos, con los demás y con las adversidades».

Reduce el estrés

Las técnicas de relajación y respiración que practican los niños en la escuela también ayudan a fortalecer la convivencia en las aulas, porque disminuyen el estrés de los alumnos y mejoran la relación entre ellos.

El informe FAROS del Hospital Sant Joan de Déu asegura que trabajar la educación emocional en clase mejora el clima escolar y la relación entre los compañeros y el maestro, y fomenta aptitudes y habilidades muy útiles en el futuro.

Para el profesor Toni Badia, de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, “la educación emocional debería considerarse una prioridad en los sistemas educativos escolares y, por lo tanto, debería estar incluida en el proyecto educativo como un elemento clave en el desarrollo integral de la persona”.

En la educación primaria, añade, el hecho de que un alumno alcance un nivel alto en su educación emocional repercutirá positivamente en algunos aspectos fundamentales de las competencias comunicativa, social y ciudadana, y en la competencia de autonomía e iniciativa personal.

Varios estudios apuntan que la meditación provoca cambios funcionales y estructurales en las regiones del cerebro que sufren los efectos del estrés, como son el hipocampo y la corteza prefrontal. Practicar esta técnica podría ayudar a minimizar los efectos que el estrés provoca sobre el sistema nervioso y, consecuentemente, sobre nuestras capacidades cognitivas y emocionales.

Los expertos apuntan que la mejor edad para que el niño empiece a practicar yogaes a partir de los tres años y que se debe practicar desde el juego. En países como Estados Unidos y Francia, ya hace décadas que se aplican en las escuelas e institutos.

Heilyn Gomez

Editora de contenido digital de la Revista EKA. Periodista. Asesora de comunicación y estudiante de derecho.

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